Después de una madrugada de domingo agitada, donde la policía recibió varias denuncias por reuniones, una de ella donde los asistentes superarían las «70 personas», dentro de la planta urbana, también se menciono durante las primeras horas del domingo sobre otra reunión, hasta con venta de alcohol en una finca rural, en la que la concurrencia habría sido hasta el tiple de la primera.
Alguno de los propietarios de los espacios nocturnos expresaron a este medio, «parece que el municipio de nada se entera», «los bares tenemos que cerrar a medianoche, esto es una burla».
Otros manifestaron, enojados «esta semana vamos abrir todos los dias. Esto es una tomada de pelo».
» Colaboramos desde el primer dia, aguantamos, nunca levantamos la voz».
Durante la jornada, en las redes se replicaron decenas de quejas por las reuniones de este fin de semana, señalando no solo prohibición existente de reuniones de gran magnitud, sino también los ruidos molestos generados por las mismas.
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