«Si siguen creciendo» los casos de coronavirus «va a haber que aplicar más restricciones colectivas e individuales», advirtió el gobernador, horas después de haber asegurado que prefiere que lo «tomen por antipático que por irresponsable».
Aunque la semana pasada Kicillof barajó la posibilidad de implementar el toque de queda sanitario nocturno en la Provincia, finalmente, tras el decreto del Gobierno nacional, únicamente estableció el cierre de locales entre la 1 y las 6 de la mañana y limitó la capacidad máxima de las reuniones sociales a 10 personas.
En este sentido, Gollan afirmó que la cantidad de casos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires «está creciendo mucho más rápido que lo que creció en la primera oleada».
Previo a la reunión con los intendentes, el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, habló en favor de imponer un toque de queda sanitario al afirmar que su «impacto productivo» es «prácticamente nulo».
Al mismo tiempo, Kicillof dijo que se está teniendo «la mejor temporada de verano posible en épocas de pandemia», aunque destacó que «la enorme mayoría (de los turistas) está cumpliendo las reglas».
La temporada de verano «se abrió con mucha dificultad y tomando un riesgo alto», admitió el gobernador, pero ratificó que «se quiere mantener porque es empleo y producción para la economía, y esparcimiento para los argentinos».
En paralelo, anunció que en febrero «se ampliará el dispositivo de vacunación» contra el coronavirus en escuelas de la Provincia.
«La campaña antivacunas fracasó. En febrero vamos a ampliar el dispositivo de vacunación, con una segunda etapa en escuelas», dijo el mandatario provincial, y precisó que «pronto va a estar autorizada la vacuna para los mayores de 60 años».
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