La causa se encuentra en la etapa de instrucción y se espera que el fiscal Damonte requiera la elevación a juicio terminada las pericias.
El único imputado del aberrante crimen de Gualapue Eseiza, Oliveira Sergio Ramón, de 22 años se encuentra con Prisión Preventiva concedida, tras ser trasladado a la Alcaidía Roberto Pettinato de Olmos, desde el 18 de marzo está alojado en la Unidad N° 34, Melchor Romero, por recomendación de Dirección provincial de Salud Penitenciaria.
Hasta la fecha se han realizado diferentes pericias relevantes a la averiguación de la verdad, como la toma de declaraciones testimoniales, pericias sobre hisopados, manchas biológicas, pericias sobre la búsqueda de acelerantes y combustibles líquidos, y análisis sobre teléfonos celulares incautados.
Desde el 14 de abril la investigación siguió su curso en la UFI N 1 de la Ciudad de Cañuelas, a cargo del agente fiscal Dr. Lisandro Damonte. La última actividad en la causa refiere a la proposición por parte del imputado de un abogado defensor particular, quien, hasta la fecha, era defendido por la Dra. Caraviglia, defensora oficial, quien ya había solicitado su excarcelación, siendo denegada por el juzgado N7 de la Dra Altamiranda, y confirmada su prisión preventiva.
La letrada, Dra. Gabriela N. Tufró, titular del Estudio Tufró & Asoc, representante de la familia de la menor asesinada en Lobos manifestó que “No hay que perder de vista que estamos hablando de la comisión de un delito gravísimo, seguimos la causa y las pericias en todo momento”
Oliveira está imputado de Tentativa de Abuso Sexual seguido de muerte (Art 214 CP) en concurso real con Homicidio Doblemente Agravado por Alevosía y Criminis Causae. (Art 80 inc 2 y 7 CP), que tiene como pena en expectativa la prisión perpetua.
CRIMEN DE GUADALUPE
El pasado 3 de marzo en una vivienda avenida Yrigoyen al 1200 lugar que paraba Oliveira, a unas 20 cuadras del domicilio de la víctima, a policía al ingresar hallo el cadáver calcinado de Guadalupe Eseiza de 8 años, sentado contra una pared, sobre sus brasas.
La pequeña había sido sacada de la casa en Angueira y calle 237 de Lobos, por Oliveira en la tarde del 2 de marzo, con la excusa de llevarla a un cumpleaños en una quinta, junto a la hija de este. Pasaron las horas y la menor no regresaba, Oliveira en una primera comunicación con la madre de Guadalupe le había dicho que ya la llevaba, pasaron los minutos y la espera, se convirtió en búsqueda. Oliveira no respondía a los intentos de comunicación de su tía, ni de los familiares.
Iniciada la búsqueda por parte de la policía de Lobos, alerto a la policía de Roque Perez, sobre la desaparición y búsqueda de la menor, quien estaría en compañía de su primo, mismo sujeto que momentos antes había sido asistido y hospitalizado.
Indagado por la policía de Roque Pérez, camino a Lobos, Oliveira comenzaba quebrarse. La policía estaba a punto de hallar una de las escenas más macabras de la historia criminal
Las investigaciones revelaron también que la menor presentaba fuertes traumatismos de cráneo por una serie de golpes recibidos en la cabeza y también en el rostro, pero que su deceso se había producido por las quemaduras que dañaron sus órganos vitales. En el análisis se encontraron rastros de defensa en los miembros superiores de la niña. Mientras que Oliveira presentaba rasguños en su cuerpo.
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