Por Lalo Fernandez, Militante del Movimiento Evita Roque Pérez.
La noche del 26 de julio, la radio interrumpe la programación para dar la noticia que millones de argentinos deseaban nunca escuchar mientras vivieran.
Un año más que recordamos el paso a la inmortalidad de nuestra amada y compañera Evita, aquella mujer que fue hija no reconocida, odiada por las minorías (al punto de celebrar con champaña su muerte), peronista de pura cepa, intolerante con los tibios y profundamente enamorada de los trabajadores y los humildes.
Sin dudas han intentado colocarla en el pedestal de primera dama, lejos siempre lejos de todo aquello que ella en verdad siempre fue; UNA EJEMPLO DE MILITANTE, LA MEJOR DE LAS NUESTRAS.
Te recordamos con amor pero con profundo dolor también, hoy somos muchos los millones que levantamos tu bandera y la llevamos y la seguiremos llevando a la victoria, más temprano que tarde, con tus jirones en el camino, será definitiva la victoria.
Luchamos y lucharemos con pasión y profundo compromiso para mantener vivo el legado de justicia social y así poder construir «cueste lo que cueste y caiga quien caiga» una sociedad donde el hambre no sea moneda corriente e impedir que la misma oligarquía impiadosa siga cegándose de risa de los compatriotas que sufren todos los días.
Tu amor sigue fundido en cada lucha de los oprimidos, en cada doña que revuelve todos los días la olla, en cada pibe y piba que sale a pelearla por migajas que no alcanzan, en cada enfermera que le pone el pecho a la lucha en medio de esta pandemia, en cada argentino y argentina que sin chistar y sin resignarse cree que es posible, como vos también lo creíste.
» … Yo sé que Dios está con nosotros, porque está con los humildes y desprecia la soberbia de la oligarquía. Por eso, la victoria será nuestra. Tendremos que alcanzarla tarde o temprano, cueste lo que cueste y caiga quien caiga». (17/10/1951 en su último discurso en Plaza de Mayo).
Discussion about this post